Wednesday, April 26, 2006

La ciudad semivacia no ha despertado aun de las festividades del fin de año…una cierta melancolia llena las calles. El mercado esta apunto de cerrar, las sillas ordenadamente balanceadas sobre las mesas, las canecas desocupadas, las cajas registradoras silenciosas, despues de un largo dia de trabajo. Auncuando el mercado esta desocupado la precencia de la clientela afanada por los quehaceres del dia a dia se siente presente. Los estableciminetos tienen un caracter que va mas alla de sus propietarios y de su clientela. Al fondo del mercado un viejo piano meditabundo, justo al lado de las sillas de los emboladores, recita de memoria una balada que acomoda a sus teclas como si fueran un par de viejos zapatos. El piano lo toca a diario un nino prodigio en competencia con la cacofonia de sonidos del mercado. El piano, en la noche, extraña los dedos fragiles de ese niño bendecido con un inmenso talento . Ya es casi un adolescente, no acaricia las teclas con la misma magia natural de los primeros dias.

1 Comments:

Blogger 673 said...

Gracias, pasate por aca, tratare de agregar algo cada día.
suerte.

9:43 AM  

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